miércoles, 29 de agosto de 2012

Bandas Sonoras Mexicanas, aquí vamos!


Aunque por las reseñas previas, nuestros fieles lectores podrían creer que poseemos una actitud malinchista y comercial, al reseñar únicamente soundtracks de películas de Hollywood, apoyando al imperio extranjero y despreciando el arte que viene de nuestro propio país, la verdad es que el cine mexicano produce bandas sonoras dignas de recomendar, mucho más en la Era de Oro, con nombres como Manuel Esperón, Raúl Lavista e incluso Silvestre Revueltas entre los autores más prolíficos que alguna vez hayan trabajado en el cine nacional.

El problema no es ese.

El problema es que muy pocas de estas bandas sonoras están disponibles al público, y las pocas que llegan a las tiendas de discos están presentadas en resúmenes demasiado breves y ahogadas por canciones que algunas veces logran ser buenas, y otras veces no tanto. Lejano será el día en que podamos escuchar alguna edición de la banda sonora de alguna película mexicana clásica de los años 40's.

Es por eso que para estas próximas Fiestas Patrias, en el clásico espíritu nacionalista que todo mexicano adopta para Septiembre pero muy repentinamente olvida el resto del año*, además de buscar difundir y apoyar al cine mexicano y muy especialmente, a los compositores y la música que brota de su talentosa obra, Lámpara de Sonido reseñará seis bandas sonoras de seis diferentes películas mexicanas, algo variadas en su género, pero que todas tienen en común ciertos aspectos: están disponibles en tiendas y son parte de la colección de un servidor, todas excepto una, que esperaremos antes de que termine el mes, llegue a nuestras oficinas.

Así que, estén a la espera, y daremos cobertura a seis obras desafortunadamente ignoradas por la prensa nacional, mucho más la internacional, de música de cine (y algo más) que en el peor de los casos, alcanza a ser notable. ¿Serán obras maestras? ¿Serán bodrios sónicos? Quédense al pendiente para averiguarlo.

*NOTA- En Lámpara de Sonido, no buscamos indultar este tipo de comportamiento hipócrita, y aseguramos que todos los días de todos los años sentimos un gran orgullo y espíritu de nacionalidad hacia nuestro país de origen, México.

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